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De hecho, el motor nuevo entrega esos 190 Nm constantes de 2.000 a 4.000 RPM, lo que reduce la necesidad de reducir de marcha con cierta frecuencia. Además de esto, se puede conducir a muy bajas revoluciones en condiciones de baja carga, mas también a media carga, cosa que el atmosférico no aguanta.

Pero es que aparte del tamaño tenemos formas muy utilizables, detalles prácticos como los ganchos para colgar bolsas o puntos para fijar la carga, una toma de 220 V y un doble fondo. Bajo él, una rueda de repuesto temporal.

Los dos modelos ofrecen una relación muy afín, con pocas diferencias en el costo si bien, en cualquiera de sus acabados el Toyota Yaris es ligeramente más caro, con diferencias que van desde los 200 a los 500 euros si equiparamos los equivalentes de los dos modelos en mecánica y acabado.

Eso quiere decir que su corazón 3.4 de seis cilindros online y sobrealimentado produce 325 CV de potencia, lo que son 10 menos que los que no tienen catalizador. Aunque, el par motor escala de 510 a 520 Nm y lo entrega a 2.400 rpm en vez de a 3.000, por lo que la magia sucede con anterioridad.

No ha acabado totalmente contento el conduzco de España, como es de aguardar, ya que pese a ser el más veloz en muchos instantes de la singular, de nuevo unos problemas de navegación le alejan de la victoria.

Ya no hace falta esperar al sábado/domingo para poder ver el duelo de titanes entre el Bugatti Veyron y el Eurofighter Typhoon, puesto que dos aficionados estuvieron por las cercanías del aeropuerto donde Richard Hammond procurará batir sobre ruedas al monstruo alado.

Me acerco a la zona de inscripción y mientras la azafata busca mi nombre en el listado de asistentes, veo de reojo los turismos del resto de participantes: Porsche 997 GT2, Lamborghini Avantador Spyder, Ferrari 458 Speciale, Alfa Romeo 4C. El día promete.

Si deseas acentuar el carácter aventurero de tu Volkswagen Amarok, ahora los especialistas de Delta 4×4 tienen la solución con su nueva criatura, que requiere pagar 11.300 euros para dejarlo así.

Esta técnica consiste en quitar el freno de mano y empujar el vehículo en punto fallecido (o bien dejarlo caer por una pendiente) hasta coger la velocidad suficiente para, con el contacto dado, engranar segunda velocidad y soltar el embrague de cuajo para obligar al motor a girar y ponerse en marcha.

El Opel Astra, ‘el hijo del Kadett’, era la enorme novedad de la semana y la primera vez que nos poníamos al volante de un modelo que llegaba al mercado con 4 carrocerías y tres motorizaciones diferentes.